»Has visto muchas cosas, y no temes la muerte, pero algunas veces la deseas, ¿no es cierto?
Eso les pasa a los hombres que han visto lo que hemos visto. Como las flores, vamos muriendo, reconocer la vida en cada sorbo de aire, en cada taza de té, en cada muerte que causamos… ese es el camino del guerrero».