Luna, mi vieja compañera, mi amante traidora, esta noche absolutamente bella te vez, perfecto redondel, iluminas, me parece que puedo casi tocarte; paso a paso, caminando entre las sombras de los arboles de las calles de esta ciudad, voy con la mirada en alto, y se regocija mi ser; única en las noches, y hoy sales a nuestro encuentro pero aunque yo pasé y tu sigas por mucho tiempo… me alegra darme cuenta de lo maravillosa que te vez en el cielo, quisiera recordar cuando era niño y vi la luna por vez primera…
La luna es sin dula la culpable de tantos poemas, la secreta acompaniante de todos los viajeros y recuerda tantos amores rotos, tan hermosa y tan silente, la luna.
@dulceyume gracias por comentar, curioso que digas que la luna a veces pasa a ser un recuerdo de los amores rotos, una poderosa ancla sin duda.